El Gran Regreso de los Viejos Logotipos en la Moda de Lujo
Desde hace algunos años, se perfila una fuerte tendencia en el mundo de la moda de lujo: el regreso a los logotipos emblemáticos del pasado. Mientras que la década de 2010 estuvo marcada por una estética depurada —logotipos minimalistas, tipografías uniformes, sobriedad asumida—, varias casas prestigiosas están dando ahora marcha atrás. En busca de singularidad y resonancia cultural, están reintroduciendo sus firmas gráficas históricas para afirmar su identidad y reforzar el vínculo con los consumidores.
En Dior, Saint Laurent o Burberry, este giro visual marca una voluntad de diferenciarse en un mercado que se ha vuelto demasiado homogéneo. Un cambio que no es solo estético, sino también estratégico.
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Bajo la dirección artística de Maria Grazia Chiuri, el logo "DIOR" en mayúsculas proyectaba una imagen fuerte y contemporánea. Pero la reciente llegada de Jonathan Anderson al frente de la casa marca un cambio de rumbo. Inspirado en los archivos, el diseñador opta por revivir un antiguo logotipo: una tipografía mixta con una "D" mayúscula seguida de letras minúsculas. Más elegante, más atemporal, esta elección devuelve al nombre Dior toda su delicadeza histórica.
En 2012, Hedi Slimane rompió con el pasado al eliminar el nombre "Yves" de la casa, rebautizándola como "Saint Laurent Paris". El nuevo logotipo, en letras mayúsculas sin serifas, representaba una apuesta por la modernidad radical. Hoy, bajo la dirección de Anthony Vaccarello, la maison no ha recuperado el nombre del fundador, pero multiplica los guiños a su herencia: reaparición del monograma YSL, tipografías con serifas, campañas visuales ancladas en la historia de la marca.
En su rediseño visual de 2018, Burberry dejó de lado su emblema histórico —el caballero ecuestre— en favor de un logotipo sin serifas, depurado y contemporáneo. Pero desde el nombramiento de Daniel Lee como director artístico, la casa británica asume un regreso a sus fundamentos. El caballero regresa con fuerza, acompañado de una tipografía inspirada en los archivos. Un renacimiento visual que encarna tradición y modernidad.
Los logos son un pilar central de la identidad de una maison. Su evolución suele acompañar un reposicionamiento estratégico. Tras una década marcada por el minimalismo, muchas marcas regresan a sus antiguos logotipos para recuperar una imagen más distintiva y reforzar su narrativa. También es una manera de reconectar con sus raíces, en un contexto donde la autenticidad se ha convertido en un valor clave del lujo.
No se trata solo de nostalgia visual. Este regreso marca un rechazo a la homogeneización actual de las identidades de marca. Al reactivar símbolos fuertes de su historia, las maisons afirman su singularidad, capitalizan el reconocimiento de sus códigos patrimoniales y restablecen un vínculo emocional con su público.
Jonathan Anderson, diseñador británico reconocido por su trabajo en Loewe, es desde abril de 2025 el director artístico de Dior. Aporta una nueva energía a la maison reintroduciendo ciertos códigos gráficos históricos, en particular un logotipo de Dior revisado a partir de los archivos. Su enfoque combina rigor conceptual, exploración patrimonial y atención al detalle, renovando profundamente la imagen de la marca.
No. La maison conserva oficialmente el nombre "Saint Laurent", instaurado por Hedi Slimane en 2012. Sin embargo, bajo la dirección de Anthony Vaccarello, la marca multiplica las referencias a su herencia: el monograma YSL reaparece, se utilizan tipografías con serifas, y las campañas se inspiran en los años de Yves. Estas alusiones refuerzan el ADN original sin modificar la denominación oficial.
El monograma YSL, diseñado por Cassandre en 1961, es uno de los símbolos más icónicos del lujo moderno. Su regreso ancla nuevamente la maison en su historia, proyecta una imagen más sofisticada y atrae a nuevas generaciones en busca de referentes visuales fuertes. También devuelve a la marca una forma de ostentación elegante, en contraste con la sobriedad de la etapa anterior.
No necesariamente. Ante todo, se trata de un reposicionamiento de marca. Sin embargo, este cambio visual suele ir acompañado de un ajuste estético: siluetas más estructuradas, motivos marcados, referencias explícitas a la historia de la maison. Es una forma de alejarse del "lujo silencioso" para abrazar una expresión más afirmada del lujo.
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